Espasmos de cuarentena, cap 2

Capítulo 2

Me invade una sensación de calor hogareño, un poco más familiar a mi memoria, donde puedo desprenderme de posturas y recelos. Respiro, suelto los hombros y mi cabeza en seguida empieza a maquinar distinto. Voy y vengo a mi gusto, subo y bajo sin complejos, sin presiones, sintiendo solo el aquí y ahora. Lo miro, me mira sonriendo, cantamos, reímos, cocinamos… van pasando las horas sin desespero, con un toque alegre de esos que te producen ganas de cantar o bailar un poco.

Y así nos favorece el resplandor de un atardecer cálido que sonríe escondiéndose despacito detrás de las montañas, mientras nos dice bajito “todo va a estar bien”. Hoy puedo ser y quiero ser, mañana no sé… pero hoy, ¡hoy sí!